Valle del Alagón

En Montehermoso se tejen a mano, con paja, unas gorras llenas de decoración e historia que, si incluyen un espejo, es que son para mujeres solteras. La tradición popular dice que, cuando la propietaria encuentra el amor, se rompe para que nadie más se mire en él. Aunque ésta, no es la única leyenda que inunda el VALLE DEL ALAGÓN. Entre sus pueblos hay una fiesta, los Sanjuanes de Coria, con 1.300 años de trayectoria; una procesión, en Torrejoncillo, que parece una batalla en honor a la Virgen; la alegría del Palotero y los Negritos de San Blas, en Montehermoso; o la danza ancestral de las bestias, las Carantoñas de Acehúche.

Para descubrir toda esta magia hay que viajar al corazón de Extremadura, a un territorio que mezcla llanuras, sierras, dehesas, ríos o embalses. Un valle que también está lleno de contrastes para enamorar a sus visitantes. Porque en esta tierra se pueden maravillar, con la delicadeza de la ARTESANÍA DE TORREJONCILLO, desde bordados a orfebrería, pasando por calzado y alfarería. Pero también conocer los toros bravos de la ganadería más famosa del país, la de VICTORINO MARTÍN.

Los paisajes del Valle del Alagón permiten pasear, hacer senderismo o completar rutas en bicicleta por dehesas únicas. También maravillarse con la variedad de aves de las zonas ZEPA en Los Canchos de Ramiro y Ladronera o el Embalse de Alcántara; fotografiar la belleza de los RÍOS ALAGÓN Y JERTE o descubrir el Plátano del Vivero, un árbol singular con 125 años y más de 25 metros de altura.

Este valle también puede presumir de patrimonio. La CATEDRAL DE CORIA, que guarda una reliquia del mantel de la Última Cena, es el plato fuerte de su conjunto histórico, pero solo uno de los atractivos de la zona con más de una 12 de monumentos que van desde el siglo IV a la actualidad.

Galisteo también posee un patrimonio destacado. Empezando por su MURALLA ALMOHADE, testimonio del paso de los siglos que aún se mantiene en pie con un buen estado de conservación; así como la IGLESIA y su particular ábside mudéjar, que en su construcción original representaba la cabecera del templo, pero las reconstrucciones y modificaciones posteriores lo convirtieron en capilla.

Después de tantas emociones, si hay hambre, lo mejor es descubrir las SOPAS CON PAN de esta comarca o sus postres estrella, las ROSAS O LOS BUÑUELOS DE MIEL.