Campo Arañuelo
Con casi un 30 por ciento de su territorio protegido por alguna figura medioambiental y sus grandes contrastes paisajísticos, la comarca del CAMPO ARAÑUELO ofrece secretos que solo podremos descubrir si nos adentramos en sus senderos con los ojos bien abiertos.
Las DEHESAS DE ENCINAS típicas de Extremadura suman en esta comarca elementos naturales como los rebollos, quejigos y alcornoques que las convierten en parajes únicos donde se puede disfrutar de la observación de aves como el elanio azul, una rapaz con aire “carnavalero” gracias al antifaz negro que luce en su rostro. Además de un entorno privilegiado para la práctica del birding, la red de senderos de Campo Arañuelo nos sirve también para descubrir ATALAYAS NATURALES como la de PEÑAFLOR, en Berrocalejo o la de EL PICO, en Casas de Miravete; o rememorar su pasado industrial visitando la explotación minera abandonada de «LA NORTEÑA«, en Higuera de Albalat.
Y si todos estos recursos naturales no son suficientes para hacerle ver lo especial del entorno natural de Campo Arañuelo, esta comarca todavía se guarda un as en la manga: las diecinueve variedades de orquídeas que acogen sus campos, una de las cuales sólo crece en estas tierras. Si las quiere conocer todas, no deje de visitar el ORCHYDIARIUM DE ALMARAZ.
Campo Arañuelo también nos habla de historia de la humanidad, empezando por las desafiantes columnas del TEMPLO DE AUGUSTÓBRIGA, en Bohonal de Ibor, que fueron salvadas de la inundación de Talavera la Vieja, su ubicación original, durante la construcción del embalse de Valdecañas, y hoy se yergue orgulloso sobre él. Recorriendo el CASTILLO DE BELVÍS DE MONROY podremos hacer un viaje a través de la Historia del Arte y apreciar sus orígenes medievales en la torre del homenaje, que poco a poco añaden detalles, gótico, plateresco y barroco hasta desembocar en su patio renacentista.
Si lo que buscas es diversión, el CALNAVAL DE NAVALMORAL DE LA MATA es su fiesta, una celebración, declaradade interés regional, en la que la alegría ya es palpable desde el viernes de Carnaval, cuando las murgas empiezan a cantar sus sátiras y burlas a la autoridad, hasta llegar al Domingo Gordo cuando las CHARANGAS recorren las calles en la Diana Floreada, precursora del majestuoso y multitudinario desfile de comparsas y carrozas, cada una compitiendo por despertar la mayor admiración del público.